Éramos dos huéspedes del mismo sexo que habíamos reservado intencionalmente una habitación con cama doble. Cuando llamamos por teléfono para avisar de nuestra hora de llegada, la persona que nos atendió nos preguntó si era correcta la petición de cama doble, y después nos dijo que a esa hora estaría comiendo... pero que igualmente llamásemos cuando estuviésemos en la puerta, que nos vendría a abrir. Al llegar a la puerta llamamos... y la misma persona con la que habíamos hablado horas antes nos dijo (en un tono que evidenciaba incordio): ”Mhmm... Es que... ahora estamos comiendo”. Y SILENCIO. Pese a que ya habíamos acordado esa hora de llegada, le volvimos a preguntar si era posible hacer el check-in, y con poco convencimiento nos dijo que sí, y que nos esperásemos que ya venía a atendernos. Mientras hacíamos el check-in nos volvió a preguntar si la petición de cama doble era correcta, y le volvimos a decir que sí. Al cabo de unos días de viaje en otro destino teníamos que volver a alojarnos allí, y al llamar el día antes para preguntar si podíamos hacer el check-in a una hora concreta... la misma persona nos dijo (nuevamente, en un tono que evidenciaba incordio): ”Bueno, eso dependerá de si la noche anterior se usó la habitación”. Y SILENCIO. Que te pregunten si tu petición de cama doble es intencional y no una equivocación es, sin duda, una invasión a la privacidad y un cuestionamiento de la misma. Incluso si nos hubiésemos equivocado... la forma correcta de gestionarlo debería haber sido ignorar el asunto y esperar que nosotros mismos, como huéspedes, pidiésemos un cambio. Si los huéspedes hubiesen sido un hombre y una mujer, esta presunción de equivocación no habría tenido lugar. Por otro lado, hacer sentir culpables a los huéspedes por haber llegado a la hora de la comida, o por querer saber con antelación si su habitación estará disponible a tal o cual hora, es, sin duda, anticomercial. Está claro que nos hospedábamos en una pensión y no en un hotel cinco estrellas, pero la amabilidad no cuesta nada y siempre es mejor estrategia que un trato desagradable. Finalmente, dejar constancia de que en una de las habitaciones la calefacción central no funcionaba, y en la otra funcionó la primera noche pero después ya no. Solo salía aire a temperatura ambiente (como un ventilador), ya que si no activaban el calor desde la recepción durante el horario de atención esta función no se podía utilizar.
ดีมาก
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