¡Ha sido una estancia deliciosa! Sobre todo gracias al interés del personal del hotel por dar el mejor servicio posible, por atender cada solicitud con la mayor prontitud, siempre con una sonrisa. Todos estuvieron super serviciales y atentos, pero menciono los nombres que recuerdo: Joanna y Bruno en recepción, y María, Camila y Francisco en cafetería/restaurante. Por lo demás, la ubicación del hotel es fantástica, muy cerquita de la Avda Aliados, del Mercado del Bolhao y de la estación de metro de Trinidade. Ese tramo de calle no es muy lucido, pero el hotel es una preciosidad, moderno y acogedor. Las habitaciones son amplias y comodísimas, con cama 2x2, donde duermes como un lirón, con un baño espléndido, con todos los productos imaginables y estantes, repisas y ganchos para que sea práctico 100%. ¡Y ducha fácil de usar, que con nuestra edad se agradece mucho ;-)! El desayuno es el típico de Vincci: muchísima variedad, con muchos productos locales y muy muy rico. Y en la última planta tienen una terraza con una pequeña piscina, donde se está de maravilla, muy tranquilo y con buenas vistas. Comimos allí un par de veces y todo buenísimo, con una pequeña espera para el primer plato. En resumen, un hotel impecable, comodísimo, con un servicio de 10.
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