วัลโฮเทล เรซิเดนเซีย เทียมโป ลิเบร เอล ปุยก

Hotel familiar, cómodo y acogedor. A pie de playa. Él personal muy amable y servicial. La Comida buena,arroces estupendos y guisos caseros. Y la limpieza extraordinaria, Es un lugar tranquilo,para descansar, pero cerca de todo , el bus a Valencia en la puerta.

Todo de 10. Buena atención desde el minuto 1, estupenda la recepción, la habitación muy cómoda y superlimpia. Unas vistas estupendas, a pie de playa. El bufet muy bueno, variado, casero y calidad buena. Todo muy organizado. La cafetería muy acogedora y familiar,con una terraza estupenda. El parking bueno y económico. La zona es muy tranquila, pero cerca de todo. Sin duda volveremos en cuanto podamos.

Llevo yendo a este hotel desde que era niño, desde por lo menos 12-13 años, y la verdad, desde que cambió de nombre a Valhotel no ha hecho más que empeorar y perder lo que antes lo hacía tan bueno. Una ventaja que al menos sigue manteniéndose es que puedes hacer amigos fácilmente y hay un ambiente bastante familiar. Además, está muy cerca de la playa y es relativamente tranquilo. No obstante, antes la comida estaba buenísima por ser un hotel 3 estrellas, con paellas, pescado, carne, etc... que no se hacían engorrosas. Sin embargo, parece que han decidido abaratar mucho los costes, ahora las peallas tienen un arroz pastoso, las carnes y los pescados son de baja calidad, casi todo es precocinado... La comida es una gran sombra de lo que era antes. Además, no hay aire acondicionado y se pasa muchísima calor, y las colas en el comedor eran ineficientes a más no poder, con la gente y los camareros yendo muy lentos y con atasco casi perpetuo. La animación, horrorosa. Ya desde hace años se hacía repetitiva, pero al menos un día habia waterpolo, otro volley, y por la noche había karaoke, películas, o juegos, fiesta de bienvenida y de despedida (ahora inexistentes)... Ahora, la animación de la noche se resume a un grupo cantando canciones muy aburridas, antiguas y desfasadas que se repiten desde hace al menos 10 años o más, bingos muy aburridos y poca cosa más, al menos así fue la ultima vez que fui (y ojalá sea la última). Antes era muchísimo más variado y entretenido, y participaban tanto niños como adolescentes como adultos y había un sentimiento de que conocías a casi todos, ahora nada, eso ya se ha desvanecido. La playa de al lado no es la gran cosa pero la piscina está bien, al menos es grande y está más limpia que antes. Las habitaciones están nuevas, al menos no todo es empeorar. En general, se está volviendo más un hotel de 3 estrellas de los baratos, su comida y su animación se han vuelto terribles, y eso que antes eran su punto fuerte y ahora son su mayor debilidad. Lo mejor es dejarlo morir en paz con el recuerdo de lo que fue, antes que convertirlo en un 3 estrellas barato que va perdiendo su esencia cada año. Una lástima que ya no me guste tanto como antes, la verdad.