Hotel Boutique Puig Franco - Adults Only

We stayed for 4 nights over the Easter weekend, watching the motorcycle trial in Sant Joan de les Abadesses and sight seeing in the process. I had been here once before for an afternoon and was very impressed and vowed to return. We had a room with tremendous views and the facilities were pristine. The food at breakfast time was second to none, a variety of continental and cooked breakfast choices. The staff were super helpful and made our stay memorable, a special mention to Ingrid who answered any questions that we had. The hotel restaurant, Restaurant Mitic, is a lovely experience and the pizzeria which is on site is super. A highlight was visiting the town of Mollol on Easter Sunday and going into the beautiful church of Santa Cecelia, Patron Saint of music. I played golf at the club in Camprodon on the Friday morning and the staff were very welcoming and I was able to hire equipment, it was a very pleasant way to explore a most picturesque part of the world. The views, the rooms, the staff, the company of our friends and of course the motorbike event which were the reason for our visit all combined to make this a trip we will always remember. I have no hesitation in recommending this hotel. A stay here is not a trial at all, it’s a joy.

Son unos impresentables. Construyeron el hotel en una zona residencial. Molestias constantes a los vecinos con las múltiples actividades de motos. Por la mañana tienes que aguantar motores de motos y quads. (Vecinos y clientes evidentemente). Tienen abiertas multitud de denuncias por molestias y por temas de gestión de personal. Bienvenidos al farwest!

Cuando reservas la habitación mas cara del hotel, una suite de lujo y corren los escarabajos por encima de la cama. En 15 minutos hemos matado 3. Respuesta del hotel."lo sabemos , son escarabajos autóctonos y no podemos matarlos". Parace ser que si pueden entrar en las habitaciones. No hay más habitaciones disponibles, nos toca dormir en una butaca y/o no pegar ojo en la cama.Lamentable un hotel de estas características. Habitación Giles Burgat.

Estuvimos hace 3 años y fue fantástico. Ahora 3 días para celebrar fin de año 2023, un desastre t( es obligatorio hospedaje de 3 noches, pero el día 1 enero,te hecham a las 11h, increíble ) Sin calefacción 1 día entero( llamado varias veces a recepción y ni caso) nos decían que pusiéramos la ximenea…. Perdón??? Con que? Solo había unos troncos gigantes que noi caben en la mini ximenea Todo todo muy sucio, lo de la cocina asqueroso, encima el lavaplatos no funcionaba bien, comida pegada a vasos, platos, paellas…. Suerte q traje de papel porque la vez anterior tampoco funcionaba lavaplatos y si tienes q lavar todo a mano, limpiar casa y morirte de frío… vaya plan de vacaciones Al final llegaron unos amigos a las 6 de la tarde que el es lampista y arreglo la calefacción 😅 En fin una decepción…. Pero lo peor es que no te hacen caso y dicen que te llamará su superior… y aún estamos esperando 😂 No volveremos jamás Os recomiendo un hotel con encanto en montaña que te miman al máximo es espectacular “ la bella Farga”

El hotel sigue siendo como lo conocimos en su momento, pero han bajado mucho la calidad del personal de recepción. Una lástima ya que este tipo de personal hace que baje mucho la estancia de un sitio tan idílico. El personal de restauración impecables en todo el servicio. Volveremos a vernos y espero que para entonces hayan podido subsanar las deficiencias de su propio personal, ya que sino la gente llegará un momento que dejará de dar oportunidades buscando alternativas.

Espectacular hotel situado a 5 minutos de Camprodón. Un lugar tranquilo para desconectar con unas vistas inmejorables y una buena atención. Con spa pequeñito y una piscina con unas vistas espectaculares. Buen desayuno buffet apto para vegetarianos.

Es un hotel pequeño de piedra precioso, para desconectar totalmente, con unas vistas muy bonitas, el restaurante Mistic aunque muy caro muy bueno y bonito. La lástima es el servicio de recepción que es nulo, la chica de recepción no facilita nada, todo son negativas para todo. El trato no está acorde con el lugar, un ejemplo es que en el desayuno el chico Alex( muy amable) va desbordado y la chica de recepción le ayuda, mi marido pidió 2 cafes porque toma 2 cafes cada mañana, y la chica delante de todo el mundo con cara de autosuficiencia le dice que solo se puede pedir uno por persona, pasé mucha verguenza, mi marido le dijo que cobrara el café a precio que quisiera pero que le pusiera dos. Así no se trata a un cliente, y negarle un café a un cliente que está alojado en una suite y ha comido cada dia en el restaurante pagando más de 100€ por cada comida me parece muy mal, no digas que No, dale facilidades, dile que el segundo cafe tiene un coste pero decirle que No y mirandole como si fuera un delincuente es muy feo. Otra vez le pregunté a la misma chica si podia pedir en el restaurante algo para subir a la habitación porque tenia una reunión y no me daría tiempo de comer en el restaurante por el horario, me dijo que no, el hotel está a 10 km del bar más cercano, como que no? No me quedé convencida con la respuesta y fui al restaurante, el chico me dijo que porsupuesto que si. En resumen, es un hotel muy bonito pero con poco servicio tanto de personal como de cosas, está apartado de todo, y si el restaurante está cerrado no puedes tomarte nada. En un hotel así la recepción es clave y no está a la altura. Habría. de valorar este aspecto antes de reservar.

Un lugar idílico para desconectar y descansar.

Hotel con encanto, situado en una urbanización de Camprodon, rodeado de montañas y espacios verdes. Hotel donde se permiten perros, sólo adultos. Habitaciones muy acogedoras, piscina al aire libre, con spa, y sala de máquinas. Restaurante espectacular, decorado con muy buen gusto, y con vistas a la montaña, comida excelente. Personal muy atento y amable, tanto en el hotel como en el restaurante. Con ganas de volver con amigos y en época de verano para disfrutar de su piscina, y pistas de paddle,y volver a respirar aire puro y su silencio matinal.