Personal maravilloso,comida riquísima y hotel precioso...pero muy descuidado.Es una pena porque lo demás de diez.El entorno es excepcional.Se lo recomiendo a todo el mundo, después de estar allí y recibir sus tratamientos termales y su cariño, se te olvida lo malo.Yo de hecho,voy a repetir en cuanto pueda.
Recomiendo mucho sus lentejas de castañas y el chuletón de vaca gallega.