El hotel está bien situado. Habitaciones cómodos, quizás un poco frescas pero lo normal viendo las heladas que caen en estas fechas en Soria.
El restaurante la comida buena y el desayuno aceptable.
Creo que necesitan más personal, puesto que para cenar siendo prácticamente el único restaurante del pueblo estaba muy desatendido, por el contrario tiene a dos empleados estupendos, un chico latino con gafas y pendientes y una chica que nosotros la vimos en el servicio de cenas, ambos muy atentos y todo el rato pedían disculpas por el retraso. Como consejo metan personal. Si tuviera que volver a Vinuesa volvería sin dudar